Historia początków żeglugi parowej w Kolumbii jest bardzo ciekawa, jak i sama postać Elbersa:
http://www.sictol.com.co/archivos/doc_inf_fluvial.pdf
El éxito alcanzado después de 1811, por las exportaciones llevadas acabo en
Pittsburg con la introducción del primer buque impulsado por medio del vapor
en el río Mississipi, y otros ensayos realizados en diferentes sitios de los
estados unidos, indujeron probablemente al alemán Juan Bernardo Elbers,
naturalizado en Colombia, a poner en marcha la navegación a vapor por el río Magdalena. Un poco después de la guerras que se libraron entre 1810 y 1819,
Elbers se radicó definitivamente en el país y concibió la idea de establecer la
comunicación directa entre las costas del mar caribe y el interior. Con tal fin
solicitó al congreso de 1823 el privilegio de implementar la navegación por el
Magdalena. Con las modificaciones que luego haría el vicepresidente
Francisco de Paula Santander el 2 de Julio de 1823 el congreso decreta la Ley
que otorgaba a Juan Bernardo Elbers, por el término de 20 años el privilegio de
introducir la navegación en buques a vapor. (Pizano, XXIX, 1942:869).
Obtenido el derecho, es en 1825 cuando aparece el intento de la navegación a
vapor, aunque un año antes se había introducido el buque “fidelidad”, Elbers se
vio obligado a retirarlo debido a que no reunía las condiciones apropiadas para
la navegación por el Magdalena, pues se requería que tuviese un menor
calado. El 10 de noviembre de 1825 se introducen los buques, el “General
Santander”, que cubría la ruta desde barranca o Mompox hasta el sitio
denominado peñón de conejo entre la Dorada y Honda, y el “Gran Bolívar” que
viajaba entre Cartagena, Santa Marta, Mompox y puerto nacional. (Ibíd. 871
Gómez 1945:264) El privilegio concebido abrió una pugna entorno a la
exclusividad.
El ambiente político de la época, empeñado por la insurrección del General
Páez y el hecho de haberse declarado Simón Bolívar dictador a raíz de la
disolución de la convención de Ocaña, dio pie para que Bolívar desde el cuartel
General de Quito dictar un decreto, el 12 de Mayo de 1829, revocando el
privilegio de Elbers. La anulación del privilegio coincidió con la llegada a Santa
Marta del vapor “Libertador”, buque de menor calado y más adecuado a la
navegación por el Magdalena. Esto sucedía en el momento que fracasaba la
empresa; el “Gran Bolívar” naufragaba en bocas de ceniza y el “General
Santander” quedaba varado sufriendo graves daños frente a Barranquilla.
Tales dificultades entre los socios de la compañía creo un ambiente de
desconfianza que los movió a exigirle a Elbers la devolución de los capitales
invertidos de este modo la empresa quedaba a la deriva y sin soporte
financiero.
Después de disuelta la gran Colombia derrocado el gobierno legitimo en los
Estado unidos que conformaba la nieva granada, y la espera de que el país
entrara en legalidad, Elbers acude a la alta corte de justicia y esta le concede,
por sentencia del 11 de noviembre de 1831, la restitución del privilegio. Se
emprende una vez más las acciones para restablecer la navegación, pero
inconvenientes jurídicos sobre la caducidad del privilegio, impiden poner en
marcha la empresa. En 1834 acude de nuevo al congreso, y el poder
legislativo, por Ley del 26 de mayo de ese mismo año, le restablece el derecho
archivando la resolución dictatorial de Simón Bolívar por carecer de naturaleza
Legislativa. La empresa se pone en movimiento con la armada de vapor
“Bogota”, y la construcción del “Susana” que deberían navegar a más tardar en
1836. (Gómez 1945:267-268).
Años después el gobierno reconoció la injusticia cometida contra Elbers la
cámara de representantes en 1841 y el senado en 1842 acordaron restituirle el
privilegio, pero fue en vano. Como indemnización se le fijo la suma de 144.000
pesos pagaderos a 10 años y se les adjudicó además, otro privilegio de gran.
Jeszcze o ELbersie i innych pionerach żeglugi w Kolumbii:
La introducción por Juan Bernardo Elbers, en 1824, de la navegación a vapor, con el Fidelidad, desde Cartagena a Honda, rompió el modelo legendario de los champanes, pero el Fidelidad hubo de ser retirado tempranamente porque resultó demasiado grande; su quilla se convertía en estorbo en las épocas de sequía cuando el río menguaba el caudal de aguas. En 1825 navegaron el General Santander y el Gran Bolívar, armados en los Estados Unidos con adaptaciones para que el calado armonizase con la profundidad desigual del río en estiajes y crecientes. Tales los intentos de Elbers. Solo trabajó el Unión, propiedad de la Compañía de Navegación Anglo-Granadina, fundada en Londres por gestión del comerciante antioqueño Francisco Montoya, pero en 1841 se convirtió en nave de guerra, después de navegar por tres años. (2)
Otros intentos como la Compañía de Vapores de Santa Marta, auspiciada por Francisco Montoya y Joaquín de Mier, con tres barcos, Magdalena, Nueva Granada y Manzanares; Samper y Compañía, Compañía Unida de Navegación por Vapor en el río Magdalena, Compañía Colombiana de Transportes, participaron en el largo proceso. Y Alejandro Wechbecker irrumpió por el Salto de Honda en 1861, enfrentándose a la enorme velocidad de la corriente que se precipitaba sobre un fondo rocoso en Arranca Plumas.
Para 1880 había una flota de 25 embarcaciones con una capacidad de 5.000 toneladas cada una. Dos vapores más pequeños hacían el comercio entre Neiva y el Salto de Honda.
JUAN BERNARDO ELBERS: DEL RHIN AL MAGDALENA
Por Ricardo García Bernal / 34-030 Esta es la biografía de uno de los héroes desconocidos que ayudaron a forjar nuestra nación; el súbdito alemán Juan Bernardo Elbers Jaeger, nacido en 1776 cerca de la ciudad de Colonia, a orillas del río Rhin.
Apareció hacia 1816 en las islas del Caribe, trabajando como comerciante y armador marítimo, y trabó amistad con el capitán Luís Brion, a través de quien se vinculó a las fuerzas navales patriotas que luchaban en el Caribe contra los españoles.
En Barranquilla, hacia 1820, conoció al Libertador Simón Bolívar, con cuya causa se identificó, pero entre ellos en realidad no hubo una amistad ni un sentimiento de mutua admiración. El apoyo que prestó a la naciente marina de guerra de la Nueva Granada, en forma de créditos en efectivo, suministro de víveres, armas, municiones y uniformes, y el préstamo de sus buques corsarios, fue definitivo para el triunfo de las armas patriotas.
Hacia 1823 se radica en Bogotá, opta la ciudadanía colombiana y presenta ante el Congreso una oferta mediante la cual se compromete a traer buques de vapor para transporte de carga y pasajeros en el río Magdalena (técnica que apenas se estaba implantando en EEUU y Europa), y desarrollar puertos en los extremos norte y sur de la ruta, con conexiones terrestres a Cartagena, Santa Marta y Bogotá.
A cambio de lo anterior el gobierno le concedería el privilegio exclusivo de navegación a vapor en el río, por 20 años. Estas cosas quedaron en un contrato no demasiado claro, lo que daría origen a muchos problemas.
A partir de mayo de 1824 Elbers inicia la navegación en el río con una serie de pequeños vapores que operaron así:
“Fidelidad” De mayo a noviembre de 1824
“Santander” De julio de 1825 a julio de 1829
“Bolívar” De febrero de 1827 a noviembre de 1829
“Libertador” De septiembre de 1829 a abril de 1832. Elbers lo hizo construir pero no lo operó
“Bogotá” Inició su construcción en 1835 pero no se terminó
“Susana” En 1837 se incendió en el astillero que lo estaba construyendo.
La operación de estos vapores, se hizo en medio de dificultades técnicas y económicas, pero el escollo mayor estaba en lo político. La envidia de muchos y el haber quedado, sin querer, en medio de la enemistad entre Santander y Bolívar, le ocasionaron que su privilegio de navegación exclusiva le fuera anulado varias veces, perturbando gravemente el funcionamiento de la empresa. Todos estos sucesos determinaron su ruina, y acabó sus días sembrando tabaco cerca de la población de Simití, en donde falleció en 1853.
Sus luchas en las aguas de río y en los pasillos del Congreso, dejaron además de la apertura del río a la navegación franca, y con ello la salida del país hacia el mar Caribe, un encomiable ejemplo de coraje, y de compromiso con su patria adoptiva, que poco o nada hizo por recompensarlo.
http://www.cyber-corredera.de/correderas/84.htm
Jest tez nastepujaca ksiazka
Poveda Ramos Gabriel. “VaporesFfluviales en Colombia"